Retrouvaille

Me faltará vida para agradecer que vuelvas a aparecer. Sólo espero y deseo, que no lo vuelvas a hacer.

Has vuelto y te siento tan adentro aquí en mi corazón, que llenas de vida lo que vaciaste con tu huída, plantando perfumadas y vistosas flores en la tierra infértil que no abonaste ni regaste porque nos abandonaste.

Tu humildad y honestidad han ganado la batalla al olvido y al dolor que en su día originó tu pérdida, sin tan siquiera retarte a echarte un pulso porque, si puedo tomar tu mano para entremezclar tus dedos con los míos en una unión que trasciende al mundo físico, en lugar de apretarla con fuerza en señal de venganza y ansia por vencerte, ¿Para que hacer sufrir a alguien que viene hacia mí resignado y arrepentido con un corazón rajado, apaleado y herido en sus inocentes manos ensangrentadas y me lo muestra sin reservas, tal cual, roto, maltrecho y más deshecho? ¿Y quién soy yo para juzgar e infringir dolor a alguien que ya lo ha hecho por sí mismo?.

Acepto esta tregua, fumemos la pipa de la paz, celebremos la vida juntos con tal de no vuelvas a huir… no de mí.

¡No, no y mil veces no!.

Con tu regreso, me has aportado más vida que la me robaste con tu muerte.

Rebosante de alegría clamo al cielo tu no injusta llegada y grito a los 4 vientos que estás aquí, para que su eco perpetúe este momento, me lo devuelva con creces hasta hacérmelo creer y para no tener que volver a temer tu perder.

Recorro el mundo en 80 días para anunciar la buena nueva por doquier, así como para verificar que a mi regreso, sigues estando ahí, en el lugar preciso y exacto en el que te dejé, para tentar a la suerte y hasta a mi cuerpo inerte, otra vez sin ti, pero que siempre les gane. Para cerciorarme de que, el paso del tiempo no ha hecho retractarte de tu decisión y que vienes para quedarte y junto a mí, perpetuarte.

Ya no temo que durante el tiempo en el que tengo desbordados los ojos por la felicidad y el gozo que me inundan, por tu atraque en mi puerto, naufragues o cambies de rumbo y no te localice para indicarte tierra firme ni con mi viejo faro en las impetuosas noches de bravo oleaje marítimo para que no te pierdas nuevamente y puedas encontrarme fácilmente.

Me embarga una emoción tan rebosantemente linda que me hace brillar por el halo que tu, mi estrella ya no fugaz, vas desprendiendo cuando ante mi te muestras, desnudo y sin reservas. Belleza pura y noble que me encandila y me atrae poderosamente hacia ti cual imán.

Tú tan del Norte…

y yo tan del Sur…

Hacen de nosotros el tándem perfecto que se enriquece por la excepcional unión y genuina mezcla que juntos creamos y generamos. Conexión única e intransferible solo visible a los que saben ver con el corazón. Sin embargo, eso a nosotros…

¿Qué más nos da?.

Si yo con tenerte solo deseo releerte, memorizar cada capítulo de tu vida, saber interpretarte, absorber cada centímetro de tu piel y respirarte, inhalar ese aire que penetra por tus entrañas hasta hacerlo mío y marearme por el éxtasis que me provoca y disloca, sentir con tu dulce intensidad las emociones que brotan desde lo más hondo de tu alma, empaparme de tu dolor y aplacarlo con mi savia y perderme en tu esencia para colarme en ella y que no te des ni cuenta porque no haya diferencia entre tu y yo, unidos, desordenados, enredados, entremezclados y fusionados en un solo ser, y desconozcamos dónde comienza el uno y acaba el otro porque no importe dónde se halle el principio y, especialmente, porque carezca de fin.

Tú y yo,

yo y tú

y da igual el orden porque tuya yo soy y mío tú eres hasta que mueres.

Frase semanal:

«El dolor de separarse no es nada comparado a la alegría de reencontrarse»

Charles Dickens

Reflexión semanal:

• ¿Cómo habéis padecido el dolor por la marcha de alguien que no sea precisamente física?
• Tras su vuelta, en caso de que esa persona haya regresado ¿Cuál ha sido vuestra reacción y acogida? si es que la habéis perdonado y permitido volver a entrar en vuestras vidas.

Feliz semana! 😉

By Wendy